domingo, 2 de octubre de 2011

Inversión en oro, escapatoria a las turbulencias de las bolsas

Inversión en Oro, el Gran Refugio Contra la crisis financiera.

El temor a una nueva recesión hace que las bolsas oscilen entre el rojo y el verde sin una explicación lógica. Ante esta inestabilidad, los inversores huyen de los mercados financieros tradicionales para asegurar sus ahorros. ¿Y dónde se refugian? En el oro.

Sin embargo, la onza de oro, que hace quince días se cotizaba en el mercado de Londres en torno a los 1.800 dólares, ha caído hasta rozar los 1.600 y parece que continuará en descenso hasta recuperar la cotización de hace siete meses, sobre los 1.350 dólares.

El porqué es complicado de explicar incluso para los expertos. Según ellos la onza de oro permanecerá depreciada mientras el dólar siga beneficiándose de la desconfianza de los mercados europeos.

Como el valor del oro es inversamente proporcional al valor del dólar, es decir, cuando uno sube, el otro baja y viceversa, la bajada del oro podría verse justificada por la amenaza de la quiebra griega y, como consecuencia, del repunte del dólar.

La “sobrecompra” del oro es otra de las causas de este punto de inflexión. Los inversores han cambiado de estrategia y con la venta de sus activos en oro han podido estabilizar su precio.

No obstante, el oro no abandona su estatus de valor refugio. Aún con la caída de estos días, la onza de oro puro cotiza casi el doble de lo que valía en 2008, el año en que estalló la crisis. Según Marion Mueller, vicepresidenta de la Asociación Española de Metales Preciosos (AEMP), el oro es “el protector del poder adquisitivo” y su ciclo alcista “no ha hecho más que comenzar”.

Modalidades de inversión en oro

El oro se puede comprar a través de dos tipos de mercado: el financiero y el físico.
Es recomendable la inversión en oro físico, por el mero hecho de que los productos financieros asociados al oro presentan los mismos inconvenientes que una acción o un fondo de inversión. Al final se trata de títulos emitidos por bancos y de las promesas de solvencia de terceros.

Hay una diferencia fundamental entre la compra de oro de inversión y la adquisición de piezas de joyería en las cada vez más recurrentes tiendas de compra y venta de oro, plata y otros metales preciosos.

El oro puro es muy frágil, se raya con facilidad. La resistencia de las joyas se debe a las aleaciones del oro con otro metales. Por lo tanto, al comprar una joya no se adquiere oro de pureza igual o superior a 995 milésimas, lo mínimo considerado como oro de inversión. Con la compra de una joya, ya empiezas a perder dinero.

El valor artesanal o histórico de la pieza que se adquiere supone un sobrecoste que no se revaloriza. Además, las piezas de joyería no están exentas de impuestos, al contrario del oro de inversión, cuya adquisición cuenta con ventajas fiscales.

En este sentido, para una mejor inversión los expertos recomiendan comprar metales preciosos en lingotes o monedas. Para ajustar el precio comercial de estos activos se toma como referencia el mercado de metales preciosos de Londres. A continuación, cada empresa estipula el precio de compra y venta a partir de unos márgenes comerciales que contemplan los gastos de certificación, acuñación, transporte y seguro, entre otros.

Muchos venden sus joyas para conseguir liquidez

La proliferación de tiendas de compra y venta de oro responde a la acuciante crisis económica que viven muchas familias. La falta de liquidez inmediata para cubrir determinados gastos es la principal motivación de quienes obtienen dinero con la venta de sus joyas.

La principal diferencia con los compradores de oro de inversión es que estos últimos tienen capacidad de ahorro y ven en el oro un refugio seguro para su dinero.

La consolidación del oro como activo de inversión seguro y rentable ha agudizado el interés de los bancos centrales de países como Rusia o China por deshacerse de sus reservas en divisas extranjeras, como el dólar.

Es un buen momento para invertir en oro.

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